Su boom comenzó en los noventa, pero siempre se mantuvo vigente y en su show regaló un repaso por toda su producción. El comienzo con “Are you gonna go my way” fue una patada que funcionó como premonición de un show que no iba a fallar.
Se apagaron las luces, el humo se intensificó -un must para cualquier rockero noventoso- y a las 21.15 entró Lenny Kravitz a escena con su hit potente “Are you gonna go my way”. El show de cabelleras pobladas, cuero y piel -y abdominales marcados- comenzó en el Movistar Arena en el que fue el primero de sus dos shows en Argentina.
El público mixto, aunque si se hubiera juzgado por el griterío se creería preeminentemente femenino, se fue más que conforme. Kravitz no se quedó solo en sus últimas composiciones, también incluyó sus éxitos de los primeros noventas como el sensual “I belong to you”.
El músico agradeció a los argentinos y calificó al público como uno de sus favoritos mientras le coreaban el clásico “olé, olé, olé, olé”. Pero cosas así nunca se saben si son parte del protocolo y seguro se lo dice a todos.
Con campera de cuero, un top dorado sin espalda, bien Y2K, y su infaltable jean oxford, Kravitz hizo gala de su voz expansiva y suavizada con miel, ejecutó sus movimientos pélvicos sensuales y finalmente quedó solo en pantalones. Ese abdomen se lució.
Algo llamativo ocurre en los shows que implican giras internacionales: el vestuario se planea sin tener en cuenta el clima variado de los diferentes países y escenarios. O eso parece porque cuero, sweaters y ponchos, no eran lo más atinado para la transpiración del clima espeso argentino. Pero, como en todos los casos, los artistas performaron como si su outfit fuera refrigerado.
Con un show de dos horas, prolijo, pocas palabras en español, pero sí mucho agradecimiento, la expectativa fue superada.