El Monarca se trajo un punto de una de las canchas más complicadas de la divisional, pero su ambición hasta el último minuto fue la de perseguir el triunfo.
Los dirigidos por Gabriel Piter Torres fueron protagonistas, se plantaron en campo rival y generaron situaciones de riesgo a las que le faltó sintonía fina en los últimos metros para obtener un premio mayor.
En el costado defensivo se destacó que volvió a mantener la valla invicta y todavía no permitió tantos en el Clausura.
Desde la consolidación de su tarea defensiva, más allá que en la primera mitad Ituzaingó tuvo sus chances, se ilusiona a futuro con hacer pie en el torneo.
En el complemento, la propuesta de Real Pilar fue creciendo. Buen trabajo de Eloy Rodríguez en su ingreso.
Nahuel Ríos se apropió del mediocampo, la asociación con el desequilibrio de Lucas Chambi, los desbordes de Rodrigo Hernández fueron argumentos que hacían que se generen muchas oportunidades de romper el cero.
Los últimos 15 minutos, el Monarca fue por todo. La más clara estuvo a centímetros de la estirada de Eloy en el área con un centro rasante que no alcanzó a desviar.
Una escalada del Uru Rodríguez Silva, metiendo un freno espectacular, le faltó conectar con un compañero en el centro.
El próximo sábado, Real volverá al Carlos Barraza para recibir a Lamadrid y tendrá una nueva oportunidad de ratificar el rumbo en el Clausura.